Imagina un mundo donde los edificios no solo sean lugares para vivir o trabajar, sino aliados en la lucha contra el cambio climático. Suena futurista, ¿no? Pues la realidad es que el sector de la construcción y los edificios es responsable de más del 37 por ciento de las emisiones globales de CO₂.

Sí, leíste bien.

Cada vez que se enciende una luz, se activa un aire acondicionado o se levanta un nuevo edificio, el planeta lo resiente. Pero, ¿y si te dijera que hay una forma de revertir esto y, de paso, generar valor en el mercado inmobiliario?

El año pasado, la inversión en bienes raíces sostenibles creció en México. Y no es casualidad. Oficinas, hoteles, centros comerciales, parques industriales y zonas residenciales están evolucionando bajo estándares de eficiencia energética y urbanismo sostenible. ¿La razón? Una creciente demanda de inversionistas y desarrolladores que buscan propiedades con menor impacto ambiental y mayor rentabilidad a largo plazo.

Pero, ¿qué hace que un proyecto inmobiliario sea verdaderamente sostenible y atractivo para el mercado? Aquí te lo cuento:

Sustentabilidad y adaptación climática 

El 70 por ciento de las emisiones de un edificio provienen de su operación: calefacción, refrigeración, iluminación y ventilación, y eso hay que tomarlo muy en cuenta; sin embargo, los edificios sostenibles tienen un atractivo financiero indiscutible. Los inversionistas y compradores están dispuestos a pagar más por propiedades con certificaciones ambientales, energías renovables y tecnologías inteligentes que optimizan el consumo de recursos. Esto se traduce en mayor plusvalía y menores costos operativos. ¡Un ganar-ganar!

Renovación urbana

Imagina que las ciudades no solo se expanden, sino que se transforman en espacios más verdes, habitables y eficientes. ¿Sabías que la vivienda representa el 68 por ciento de la cubierta artificial del suelo a nivel global? Esto significa que el sector inmobiliario tiene una enorme oportunidad para marcar la diferencia. Desde la integración de espacios verdes hasta la reconfiguración de colonias o fraccionamientos completos para hacerlos más peatonales, cada acción suma para construir un futuro más sustentable y, al mismo tiempo, atractivo para inversionistas.

Estándares ASG

Los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) se están convirtiendo en un requisito clave para evaluar la rentabilidad y sostenibilidad de los activos inmobiliarios. Ya no basta con que un desarrollo sea rentable; ahora debe demostrar que es responsable con el medio ambiente, que contribuye al bienestar de las personas y que está bien gestionado. Estos factores influyen en la toma de decisiones de compra, financiamiento y valoración de los activos.

En México, el sector de la construcción es esencial para el desarrollo del país, vinculándolo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Plataformas como el Global Real Estate Sustainability Benchmark (GRESB) permiten medir el rendimiento ASG de las empresas inmobiliarias, ofreciendo a los inversionistas información clara sobre su impacto ambiental y social. 

Esto es relevante para los inversionistas, quienes -además de la rentabilidad-, buscan alinear sus valores con sus activos. La ética y la gobernanza se han convertido en prioridades dentro del sector inmobiliario, influenciando decisiones de compra y financiamiento. 

Ventajas financieras de la sustentabilidad

¿Y si además de contribuir al planeta, las inversiones sostenibles también fueran más rentables? ¡Pues lo son! En muchos países, existen incentivos fiscales, financiamiento preferencial y programas gubernamentales para construcciones ecológicas. Además, los inmuebles sostenibles tienden a incrementar su valor con el tiempo y a tener menores tasas de desocupación, porque los inquilinos valoran la eficiencia y el confort que ofrecen. En México, aunque todavía no existe un marco fiscal robusto que impulse la sostenibilidad en el sector inmobiliario, ya se están discutiendo estrategias para avanzar en esta dirección.

Así que la gran pregunta es: ¿estás listo para ser parte de la transformación? Porque el futuro del sector inmobiliario ya está aquí, y es más verde que nunca. ¡Es momento de sumarse al cambio!